Pronósticos de deshielo: cuencas para generación eléctrica exhiben su mejor nivel en 15 años

La mayor cantidad de precipitaciones que se registraron durante el último invierno se reflejará en un importante impacto en el funcionamiento del sistema eléctrico del país. Según los más recientes datos publicados por el Coordinador Eléctrico Nacional, el promedio de excedencia que se espera para el año hidrológico 2024–2025 se ubica en un 55%.

Esta cifra representa el porcentaje de años de la muestra que son más húmedos que el actual, por lo que estar justo en el medio es una de las situaciones más positivas para el sistema.
Asimismo, se trata del mejor escenario visto desde la temporada 2009-2010, cuando el promedio era de 53%, y una importante variación respecto a 2023-2024, cuando se ubicó en 74%, es decir, en un nivel más seco.

En el detalle, las cuencas que tienen un mayor uso para la generación eléctrica muestran resultados aún más alentadores, con el Maule con un 52% y Aconcagua con un 47%.
La mayor disponibilidad hídrica ya se ha comenzado a ver en el sistema nacional. La producción de energía con este tipo de tecnología acumula en lo que va de este ejercicio 19,64 TWh, lo que representa un alza de 18% respecto al mismo período en el año anterior. Asimismo, esto representa el 25% de la generación bruta del sistema.

El impacto en el sistema
Una de las principales consecuencias de contar con estos niveles de deshielo es que le otorga mayor flexibilidad al sistema eléctrico, especialmente ante alguna eventualidad.
Las unidades hidroeléctricas tienen, entre otras ventajas, que pueden comenzar a operar y aportar al sistema en cosa de minutos en caso de que exista alguna falla.
En ese sentido, se espera que estas centrales, esencialmente las de pasada, tengan un mayor protagonismo. Luego, los embalses, que deberán ser regulados dependiendo de las condiciones del sistema.

“La base aquí es que va a haber más agua. Y eso les quita espacio a los renovables durante todo el día, porque las centrales de pasada no solo generan de día, también de noche, y los embalses también van a tener un mayor aporte. Entonces, las renovables en el día van a tener que enfrentar mayores vertimientos, porque la demanda no crece en el día, y se tendrá que dividir entre más generadores”, plantea el exconsejero del Coordinador Eléctrico Nacional Claudio Espinoza.

Eso sí, el experto advierte que también se debe estar atento a las temperaturas en lo que resta del año, que permitan que los deshielos se realicen a buen ritmo, para evitar posibles vertimientos.
“No basta con tener un buen invierno, con harta agua y nieve, también es importante el deshielo, ojalá no haya temperaturas muy altas que derrita todo. Tampoco hay que botar el agua, hay que cuidarla, tratar de llegar a mayo, junio, que no sabemos si va a llover”, añade Espinoza, socio de la consultora Aclai.

El cambio de tendencia respecto a los últimos años también permite una mayor independencia de los combustibles, cuyos niveles de precios estuvieron muy altos por efectos de la guerra ruso-ucraniana.

“Hoy el panorama es distinto, tenemos precios de los combustibles más bajos y mayor disponibilidad hídrica, lo que permite reducir los costos de operación del sistema”, plantea el coordinador del área de Riesgo y Regulación de Evol, Gabriel Olmedo, quien adelanta que es de esperar una mayor participación eólica y solar y el inicio de los deshielos a medida que nos acercamos al período estival del año.

“Esto permitirá prescindir en mayor medida de la generación térmica, reducir los costos de operación del sistema y, por lo tanto, proyectar costos marginales más bajos. También, estas condiciones favorecen un comportamiento acoplado de los costos marginales, es decir, que no se observen grandes diferencias entre las distintas barras (subestaciones) del sistema”, detalla Olmedo.

Fuente: El Mercurio.