Presidente de Asoex asegura que después de Fiestas Patrias el «agua no va a alcanzar para todos los que quieran regar»
13 September 2019

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La sequía que golpea al país es comparable solo con episodios que ocurrieron en 1924 y 1968. Situación que obligó declarar a la región de O’Higgins como zona de emergencia agrícola, ayuda que ya comenzó a ser entregada por autoridades en el secano costero.
Una problemática que debería golpear más fuerte aún a la agricultura en los próximos meses. El presidente de la Asociación Gremial de Productores y Exportadores (Asoex) de O’Higgins, Francisco Duboy, asegura que el problema se va a generar con la próxima cosecha, estimada para octubre y noviembre.
“Todas las señales que tenemos es que tendremos un año prácticamente sin agua y eso es una tragedia», dice Duboy, quien agrega que «si uno mira solamente las cifras, tenemos un 30% del agua o de la nieve que teníamos en 2018». Recuerda que «el año pasado ya regamos con mucha dificultad, así que con un 30%, debiera ser un año grave”.
Explicó que los riesgos en Chile empiezan después del 18 de septiembre. “Con los primeros calores se empiezan a regar los cultivos, después del 18 (de septiembre) las organizaciones de canalistas dejan entrar el agua a los canales, van a dejar entrar el agua que haya y no va a alcanzar para todos los que quieran regar, eso está clarísimo. En la región tenemos 200 mil hectáreas bajo riego”.
Señaló que los cultivos como maíz, trigo y hortalizas, si no tienen agua todo el período que se requiere, se mueren y no llegan a cosecha. “Si un maíz que necesita 6 o 7 riegos en la temporada y se le alcanzan a dar dos, no llega nunca a ser maíz y esa gente va a perder esos cultivos», dice Duboy.
Insiste en que «desde el punto de vista de los frutales es más grave aún, porque los árboles se mueren, el cultivo que es de un año, uno dice bueno perdí este año y el otro vuelvo a sembrar, pero los árboles se mueren y esa es una inversión que tiene varios años, en cualquier caso, es súper grave”.
Refirió que en el norte hubo una experiencia con la primera sequía fuerte. “Los paltos se cortaron a 50 centímetros del suelo, se eliminaron para salvar con ese pequeño tronco y la poca agua que había se podía salvar eso, (…) pero es como plantar de nuevo, hay que dejar que el árbol haga todo el trabajo de crecimiento nuevamente. No sabemos lo que va a pasar”.
Al ser consultado sobre si podrían subir los precios, señaló que “la fruta está guardada. La fruta que terminó la temporada pasada toda la que se puede almacenar está guardada”.
En relación a los productos de exportación, explicó que “si no tenemos agua no va a haber la cantidad de frutas que esperamos (…) eso afecta mano de obra, eso afecta todo”.
En cuanto a las medidas a tomar para paliar esta situación, resaltó que “no tenemos cómo enfrentarlo, no hay ninguna solución como para salir del paso, esas soluciones debieran haber tenido 20 años atrás en el embalse.Aquí en la región no tenemos nada, si no hay nieve no hay agua. El norte es diferente porque tiene los embalses y los tienen llenos”.
“Todos los gobiernos le hacen el quite a hacer una inversión en un embalse que vale miles de millones de dólares y además se demora 15 años en hacerse. Los estudios, la factibilidad y después la construcción. Si tomamos la decisión hoy hay embalse en 15 años más”.
Finalmente enfatizó que lo que podría cambiar la situación y mejorar las condiciones es que lloviera o nevara.