Pese a las lluvias, sequía no da tregua: embalses al 24% de su capacidad, caudales de ríos con déficit de hasta 95% y DGA no descarta intervenir en distribución de las aguas
15 June 2020

Nuevo
A una semana de la llegada oficial del invierno, las abundantes lluvias que solían ser parte habitual del paisaje para esta época hoy son apenas un recuerdo de décadas pasadas. Pese a la lluvia del viernes, la sequía no da tregua y el último informe pluviométrico, fluviométrico, del estado de embalses y de las aguas subterráneas que elabora la Dirección General de Aguas (DGA) da cuenta del dramático descenso del agua disponible en el país, con la persistente disminución de las precipitaciones y de los caudales de los ríos en las principales cuencas.
'La situación es crítica, no es novedad la escasez y déficit de agua, porque llevamos 12 años de sequía. El tema relevante es cómo estamos comparado con el año pasado, considerando que el 2019 fue el peor año desde que se tenga registro, desde 1968', comenta Oscar Cristi, director de la DGA. Y, al menos hasta ahora, el escenario no se vislumbra mejor. Cristi anticipa que los datos al 12 de junio 'muestran que vamos mal, comparado con el ya muy malo 2019'.
Por ejemplo, dice, en la estación Cerro Calán, en Santiago, cuyo nivel en mayo estaba un poco mejor con respecto a igual mes del año pasado, en la primera quincena de junio la situación se revirtió 'y las pocas estaciones con las que teníamos alguna esperanza, ahora están peor'. El viernes la zona central registró precipitaciones y, según registros de la Dirección de Meteorología, en 24 horas cayeron, en promedio, 12 milímetros en la capital. En la DGA subrayan que 'necesitamos un mínimo de 20 milímetros de agua caída en la Región Metropolitana para recién estar a niveles de junio de 2019'. Caudales de ríos Mapocho a -79% y Maipo a -74% Los datos contenidos en el último reporte de la DGA —con la información actualizada de todo el país al mes de mayo— muestran que entre las regiones de Atacama y Maule, las precipitaciones registran un déficit que varía entre el 77% y 100% con respecto al promedio histórico del mismo mes, medido entre los años 1981 y 2010.
Así, el déficit es de -100% en Copiapó, de -98% en Valparaíso, de -93% en Santiago y de -77% en Talca. Desde la Región del Biobío a la Región de Los Ríos, se observa una condición menos crítica. El déficit llega al -58% en Concepción, alcanza al -60% en Chillán, es de -48% en Los Ángeles y de -13% en Valdivia. Esta situación deficitaria se traslada a los caudales de los ríos, que han disminuido de manera persistente. El reporte de la DGA revela que los caudales presentan una situación compleja desde la Región de Arica y Parinacota hasta La Araucanía, ya que tienen registros por debajo de su promedio histórico para el mes de mayo, como es el caso de los ríos Choapa (-78% bajo su caudal promedio histórico), Petorca (-95%), Aconcagua (-65%), Ligua (-88%), Mapocho (-79%), Maipo (-74%), Cachapoal (- 61%), Maule (-75%), Tinguiririca (-77), Teno (-81%), Biobío (-72%), Ñuble (-88%) y Cautín (-74%), entre otros.
Por lo mismo, los embalses también presentan un déficit con respecto a sus volúmenes promedios, con un déficit global del -57% respecto a la media acumulada entre 1981 y 2010. Comparado con igual fecha del año pasado, el volumen total embalsado en el país es inferior en un -25%. Actualmente, los embalses están almacenando solo un 24% de su capacidad total. El déficit más significativo corresponde a los embalses de uso mixto (generación y riego), que se ubican en las regiones del Maule y Biobío y que exhiben un déficit de -72%.
Los embalses destinados al abastecimiento del agua potable, en tanto, también se encuentran en una condición delicada, con un déficit que alcanza al -52%. La situación más crítica es la que ocurre con el embalse Peñuelas, que abastece a Valparaíso, que registra un volumen de agua acumulado equivalente solo al 0,5% de su capacidad máxima; mientras que el embalse Aromos, que también suministra a la Quinta Región, anota un volumen de agua acumulado equivalente apenas al 5,7% de su capacidad máxima.
El Yeso, por su parte, que abastece de agua potable a Santiago, está al 49% de su capacidad total. 'Si continúa esta situación y no se hace una gestión adecuada del agua, va a llegar un momento en que va a haber racionamiento en la ciudad, lo que hoy está viviendo el mundo rural', advierten en la DGA. Para Jessica López, presidenta ejecutiva de la Asociación de Empresas de Servicios Sanitarios, 'el déficit actual de precipitaciones en la zona central sigue siendo preocupante, y es clave que todos hagamos un uso cuidadoso del agua. También las políticas públicas deben ayudar en esta tarea.
Por eso nos parece muy negativo el proyecto recién aprobado por el Parlamento, que no incorporó un límite de consumo, y se perdió la oportunidad de dar una señal en función de la crisis hídrica. Debemos hacer un trabajo coordinado entre las autoridades y los usuarios del agua de todas las industrias para priorizar efectivamente su uso para las personas'. Desde la Junta de Vigilancia del Río Maipo, principal fuente hídrica de la Región Metropolitana, señalan que 'los regantes del Maipo están apoyando a la ciudad de Santiago con hasta el 80% de los caudales del río para asegurar el consumo humano de la Región Metropolitana. (...)
Por otro lado, estamos incentivando la tecnificación del riego y creemos muy importante también dar más fuerza a la infiltración de acuíferos', afirma Natalia Dasencich, encargada de Asuntos Legales de la Junta de Vigilancia del Río Maipo. Plantea la urgencia de 'establecer mecanismos que desincentiven el consumo desmedido y suntuario evidenciado en algunas comunas de Santiago, que cuadruplican los estándares internacionales para consumo humano, con 500 litros diarios de agua por persona, superando con creces los 100 litros diarios definidos por la OMS'. Intervención de la DGA
En la DGA dicen que este año están trabajando en 'modo sequía' y como tal mencionan que están abordando una serie de iniciativas, con distintos horizontes de tiempo, para mitigar los efectos de la menor disponibilidad de agua en el país. En lo inmediato, esta semana la DGA inició reuniones con las juntas de vigilancia de los ríos que son prioritarios para consumo humano, como Aconcagua, Maipo, Mapocho, Cachapoal (O'Higgins), Mataquito (Maule) y Estero Las Toscas (Chillán), para coordinar los acuerdos de distribución del agua. La DGA no descarta intervenir en la administración del recurso. 'Cuando hay decretos de escasez, si no hay acuerdos en las organizaciones de usuarios, puede intervenir la DGA y hacer la distribución de las aguas, algo que siempre evitamos y que la DGA ha hecho muy pocas veces, porque creemos que quienes mejor entienden cómo distribuir el agua son los que viven de eso y están ahí', explica Cristi.
No obstante, dado el contexto de emergencia hídrica confirma que en la entidad se están preparando para actuar. 'Dentro de nuestra planificación, estamos revisando los distintos modelos de intervención en caso de que tengamos que hacerlo', subraya el director. Por ejemplo, dice, la DGA podría determinar el cierre o apertura de compuertas para que la poca agua disponible en los ríos se distribuya de modo de minimizar el impacto de la sequía.
Eso, la entidad lo puede hacer por dos vías: ordenar a las juntas de vigilancia hacerlo, o bien, suspender todas las atribuciones de la junta y la DGA hacerlo directamente. 'Eso implica tomar el control de la distribución del agua. Pocas veces se ha hecho, pensamos que es mejor trabajar acuerdos temprano entre las organizaciones de usuarios y juntas de vigilancia, pero igualmente nos estamos preparando', apunta la autoridad. Las eventuales intervenciones en la gestión y administración del agua requieren decretos de escasez y la DGA ya está trabajando para que esos decretos estén oportunamente disponibles, cuenta Cristi. Actualmente, hay 138 comunas del país con decretos de escasez hídrica vigentes, que tienen una duración de seis meses y que se tendrían que renovar según la necesidad.
Junto con eso, el año pasado implementaron una nueva tecnología para la fiscalización y el monitoreo de extracción ilegal del agua, con el uso de drones e imágenes satelitales, labor que este año reforzarán. 'El año pasado hicimos más de 60 fiscalizaciones con esa tecnología', enfatiza Cristi. La autoridad también está trabajando a más largo plazo, con la elaboración de planes de gestión a 10 años para las 101 cuencas del país. La meta es tener en diciembre de 2021 las 30 cuencas más complejas con alternativas concretas de solución. Para modelar y elaborar los planes de cada cuenca, la DGA debe licitar dichos procesos a empresas consultoras, cuyo costo varía entre $120 millones y hasta $400 millones por cada uno.