Los regantes debaten sus desafíos para enfrentar la escasez hídrica
10 August 2018

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Los usuarios de agua de la región enfrentan sus desafíos para gestionar los recursos hídricos que disponen, disminuidos en alrededor de un 30 por ciento en lluvias y caudales, buscando la asociación con expertos para tomar decisiones que permitan adaptarse al nuevo escenario y reaccionar a tiempo.
Bajo ese escenario, los regantes encabezados por la Federación de Juntas de Vigilancia de la Sexta Región y la Junta de Vigilancia del Río Tinguiririca, convocaron a expertos para escuchar sus diagnósticos y soluciones en el Seminario regional Desafíos para la Gestión de Recursos Hídricos para Usuarios de la Región de O´Higgins.
Edmundo Claro, director del programa de investigación de Tierra y Agua de la Fundación Csiro Chile, fue el primero en presentar sus propuestas para implementar un plan de recarga de acuíferos, una medida atractiva para los regantes, que no se trabaja adecuadamente en Chile.
Requiere menos inversiones que construir represas, se puede hacer con algunos cambios en las normativas que traban las iniciativas de agricultores, y con una nueva mirada sobre la importancia de recargar metódicamente las napas para garantizar la disponibilidad de agua. “Cargar acuíferos no debiera ser una necesidad sino una cultura”, explicó Claro.
La recarga de napas
De las 9 formas usadas en el mundo para recargar los acuíferos, Claro planteó dos caminos que están al alcance de la mano y de decisiones políticas: la mantención de bajas cuotas de agua corriendo por la red de canales durante el invierno, cambiando la costumbre de cerrarlos completamente que impide que las napas se recarguen, y en segundo lugar, la creación de piscinas de infiltración en los predios, que cumplen la misma función. La legalidad actual también traba esta iniciativa a los agricultores.
Esta visión coincide con la mirada de los regantes que la ven como una labor cultural propia de las organizaciones de usuarios y que restituye el ciclo natural de carga de napas subterráneas agotadas o sobre explotadas.
Es parte de lo que Graciela Correa, gerente de la Federación de Juntas de Vigilancia de la VI Región, explica como “la necesidad de pensar cómo resolver estos desafíos. Buscamos expertos en las áreas que necesitamos conocer, comprender e integrar. Adaptarnos a estos cambios demanda integrar nuevos elementos en la toma de decisiones, de gestión, más participación, más asociatividad y más conocimiento”.
¿El fin de la mega sequía?
La exposición de Fernando Santibáñez, climatólogo de la Universidad de Chile, trajo las buenas noticias. Santibáñez explicó que “hay un calentamiento de las aguas del Pacífico en la zona central chilena y vemos indicios de debilitamiento del anticiclón, factores que inducen a pensar que se producirán más lluvias desde este segundo semestre”.
Este cambio se produce en nuestra época de primavera, cuando disminuyen las precipitaciones, por lo que el esperado fin del ciclo de la mega sequía no se haría sentir hasta el invierno de 2019 en nuestro país.
Santibáñez, dijo con humor, que nadie sabe dónde fueron a parar las lluvias este 2018, aunque las predicciones macro de un año regido por el fenómeno del Niño auguraban una temporada lluviosa que no se ha producido. La región tiene un déficit del 58% de lluvias, “así que nos encontramos en un invierno muy seco a lo largo de todo el país, y es un elemento a considerar en la toma de decisiones de los agricultores durante este mes de agosto y septiembre con el inicio de la temporada de riego”, reflexiona Correa.
Glaciares mermados
El estado de los glaciares, verdaderos embalses para los regantes, fue abordado por Andrés Rivera, glaciólogo del Centro de Estudios Científicos, quien mostró diversas modelaciones que muestran la pérdida de masa de los 122 glaciares regionales.
Un estudio comparando fotografías aéreas tomadas en 1955 con imágenes satelitales actuales, muestra datos de los retrocesos que Rivera cifró en un 18 por ciento desde 1955. El glaciar Universidad, el mayor de la región, que ha aportado en los últimos años un 20% al cauce del Tinguiririca en los meses de febrero y marzo, ha perdido 500 metros de nivel frontal.
“Creemos que habrá un aumento del caudal en las cuencas de origen glaciar durante las épocas de verano en un par de décadas más, pero en el largo plazo va a haber una reducción importante, entonces los usuarios tendrán que pronosticar y tomar medidas de adaptación, como la eficiencia, frente a la demanda del recurso”, indicó Rivera.
Otro tema relevante para los usuarios de aguas tratado en el seminario fue entender las implicancias de la nueva Ley 21.064 que aumenta las capacidades de fiscalización de la DGA. “Nos preocupa dar a conocer la nueva ley de multas y sanciones que impone nuevas obligaciones a los usuarios particulares y a las OUAs”, puntualizó Correa.
Visión de regantes
“Estamos en un proceso de acelerado cambio y tenemos que tomar todas las medidas necesarias para adoptar decisiones que puedan mitigar los efectos negativos. Tenemos tareas pendientes como organizaciones”, señaló Patricio Crespo, presidente de Federación de Juntas de Vigilancia de la Sexta Región.
Para Jorge Villagrán, presidente de Junta de Vigilancia de Río Tinguiririca Primera Sección, “ha cambiado la percepción que teníamos sobre la disponibilidad del recurso hídrico. Hace no más de 15 años, no se conocían mayores problemas de disponibilidad hídrica en el río Tinguiririca, salvo años secos puntuales, eso ha cambiado”.
El seminario fue un éxito de convocatoria, que “cumplió nuestros objetivos al poner en el conocimiento de los usuarios y del sector público regional temas relevantes para enfrentar los desafíos de una gestión eficiente y sustentable de los recursos hídricos”, dijo Miguel Ángel Guzmán, gerente de la Junta de Vigilancia de la Junta del Río Tinguiririca.