logotipo federación

Los nuevos flancos abiertos para el agua

31 October 2022

Los nuevos flancos abiertos para el agua

Nuevo

Comunicación, diálogo y fortalecimiento de la institucionalidad y organizaciones existentes, así como la implementación de las nuevas normas son parte de los desafíos que se abrieron para el tema hídrico con el rechazo al proyecto de una nueva Constitución, el pasado septiembre.

Es desde ahí que expertos de diversos ámbitos relacionados con el recurso insisten en que, en la nueva discusión que vendrá, en el tema del agua se entienda que sin ella el ser humano no sobrevive, ya que no habría alimentos. El problema, dicen, es que este desconocimiento lleva a decisiones que tienen un alto impacto. Un ejemplo de ello es lo que está pasando en Ocoa, donde por estos días más de 300 agricultores no disponen de recurso hídrico para producir hortalizas, ya que el agua se redistribuye privilegiando las zonas urbanas de la V Región.

'El tema de agua ha sido muy mal tratado y esto nos genera desafíos. Los canalistas y las organizaciones de agua somos eminentemente técnicos y estamos focalizados en resolver la presión que ejerce el cambio climático sobre el recurso. Hoy, vamos a tener que salir a explicar a la opinión pública de qué se trata efectivamente un derecho de aprovechamiento de agua, por ejemplo', comenta Graciela Correa, gerente de la Federación de Juntas de Vigilancia de de ríos y esteros de la VI Región.

'Son varios los desafíos. Por una parte, están las organizaciones de usuarios, por otra la Dirección General de Aguas y un tercer nivel es que tienen que enfrentar cada titular de derechos. Están todos desafiados. Pero en esto hay que observar la última gran reforma que se hizo al Código de Aguas, que entró en vigencia el 6 de abril, después de once años de tramitaciones y tras ser aprobado de manera transversal', comenta Alejandro Vergara, abogado experto en el tema hídrico.

Precisamente es la implementación del Código de Aguas, uno de los grandes desafíos que hay que enfrentar, plantea Guillermo Donoso, académico de la Universidad Católica y del Centro del Agua de la casa de estudios.

'Hoy tenemos un flanco gigantesco abierto que se está recién dimensionando que es la implementación del nuevo Código de Aguas, que trae cambios muy sustanciales, cambios que están moviendo a la DGA internamente. Las iniciativas van a surgir por la redacción y ejecución en la DGA, pero va a provocar ajustes importantes en los canalistas y los mismos usuarios que van a tener que asumir qué hace falta en lo inmediato de los puntos principales que hay que empezar a implementar', dice el experto.

Urgente regularización

Uno de los cambios que introdujo el nuevo Código de Aguas fue tener que regularizar, en un plazo de cinco años, los derechos de aprovechamiento de agua.

'Tenemos un Código de Aguas 3.0, que ha quedado escondido, pero que partió el 6 de abril y que impone esfuerzos inmediatos, especialmente el de regularizar los derechos', comenta Graciela Correa.

Aquí el desafío es para los titulares de derechos de aprovechamiento, ya que los trámites pueden ser lentos y complejos.

'La regularización es una tarea que deben cumplir todos los titulares de derechos de aprovechamiento de aguas consuetudinarios, en un plazo de cinco años. Por esto hay que empezar cuanto antes, porque en muchos casos implica una gran cantidad de trámites', comenta Vergara.

La urgencia es porque si no se regularizan los títulos, se pueden perder. Pero muchos agricultores no lo tienen claro o no saben cómo avanzar en esto, lo que ha movilizado a las Juntas de Vigilancia a apoyar el proceso.

'Tenemos una persona dedicada a esto y estamos llamando a los agricultores a que vengan a consultar', cuenta Graciela Correa.

De acuerdo al nuevo Código de Aguas hoy la regularización se debe hacer solo ante la Dirección General de Aguas (DGA), lo que le impone una nueva presión.

'En un momento, producto de la reforma a la Constitución, se produjo una cierta paralización del servicio en la DGA en cuanto a ciertas actividades específicas... vimos que se paralizó la tramitación de las regularizaciones de derechos, por ejemplo. Durante ese período, se podían ingresar los papeles, pero no había ningún avance. Y aquí tienen una gran tarea que le fue encomendada de modo único a ella por el nuevo Código, que eliminó la tramitación judicial en el proceso de regularización. Entonces, sería esperable la reactivación efectiva de esto', enfatiza Alejandro Vergara.

Donoso enfatiza que aquí es esencial el mensaje de la autoridad, respecto de cómo asumirá sus nuevas funciones, 'las que debiesen ser trabajadas más de la mano con los usuarios para poder ir implementándolas', dice.

Vergara insiste que la tarea más relevante para la DGA es 'la fiscalización que le encarga la Ley, para que no existan fenómenos como los de Petorca que se ha visto que no es resultado del modelo de derechos de agua sino por sequía, abusos de algunos particulares, en su momento descuido regulatorio de la DGA que otorgó más derechos de los que soportaba la cuenca', enfatiza el jurista. Otro desafío importante para los usuarios es inscribir los derechos en el Catastro Público correspondiente, en un plazo es de 18 meses, contados desde el 6 de abril.

'Y hay otro plazo que no se puede olvidar, es que todos los titulares de derechos de aprovechamiento que ya los tienen inscritos en el Catastro de la DGA, tienen hasta cinco años para anotarlos en el Conservador', comenta Vergara.

Organizaciones de Usuarios, mostrar su labor

Otro desafío es cómo avanzar en la gestión integrada de cuencas, en donde las Organizaciones de Usuarios tienen una labor clave, por lo que deben ser fortalecidas internamente ya que si bien tienen base privada su fin es público, plantea Alejandro Vergara. Enfatiza que si bien la búsqueda de planes u órganos que ayuden a la gestión integrada de cuencas es positiva, 'no se necesita sustituir a las Juntas de Vigilancia, que se encargan sin grandes conflictos de administrar el recurso. Hoy son casi inexistentes los juicios por problemas de distribución' plantea, insistiendo en la importancia en que se respete la autonomía de las OUA.

Pero los desafíos de las OUA vienen, por una parte por comunicar a la opinión pública su labor, sostiene Donoso.

'Es prioritario que comuniquen lo que hacen, el rol que juegan, el que han tenido históricamente. Han sido significativas en la gestión local. Los expertos en el tema lo valoran, pero la sociedad no tiene por qué conocerlo. Las OUA necesitan comunicar por qué hacen lo que hacen y transmitir que es una labor esencial y que no puede hacer el Estado', dice.

Avanzar en fortalecimiento interno es clave, dice Graciela Correa. 'Tenemos que seguir organizándonos y profesionalizándonos, especialmente para poder hacer una distribución que es cada vez más compleja. Ello implica incorporar nuevas tecnologías, como telemetría en línea y otros tipos de medición tecnológica, por ejemplo, y hacer un manejo más acabado de la información, para así alimentar a la DGA con la mayor cantidad de datos posibles. Y eso es a lo largo de todo el país', comenta. Pero agrega que es esencial que la DGA 'tenga las capacidades reales para hacerse cargo de esta información'.

Otro tema es cómo conseguir una mejor comunicación entre el Estado y los distintos actores de una cuenca.

Graciela Correa insiste en que en este ámbito el desafío es enorme, pero que como Juntas de Vigilancia tienen un rol clave ayudando a constituir un tipo de Consejo de Cuencas, en el sentido de un organismo que permita este diálogo y comunicación.

'Ejercicios de este tipo hay muchos (tipo mesas o consejos), pero fallan porque no se produce el dialogo con el Estado. El desafío es enorme. Pero tenemos que buscar la forma de que haya un consejo de cuencas que tenga submesas para temas claves, como por ejemplo calidad de aguas de la cuenca, que sea un órgano mayor con una secretaría técnica formada por dos o tres personas e ir involucrando a todos los actores. Ojalá fuera el sistema público', plantea.

En la VI Región hicieron el ejercicio, cuando en 2005 se constituyeron como Federación de Juntas de Vigilancia. Hoy está conformada por 12 juntas de vigilancia constituidas legalmente, desde las más pequeñas que administran 12 mil hectáreas hasta las que administran 50 mil. 'Aquí tenemos problemas comunes y otros que no, pero se aprende de todos y, al final, uno termina resolviendo temas con experiencia. Crecen todas. Tenemos que empezar a organizarnos para ir cumpliendo las nuevas obligaciones', dice.


Recuadro

Aprovechar lo que existe

De cara a una eventual nueva discusión constitucional, los expertos coinciden en que se debe aprovechar lo que existe.

'Con la participación de expertos y diversos centros se elaboró, desde antes de la propuesta, qué debiese considerar y no una Constitución. Esos documentos están, es un conocimiento donde no había agenda, sino un aporte', enfatiza Guillermo Donoso.

La misma mirada tiene el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, Cristián Allendes. 'Esperamos que en el proceso que venga se considere el nuevo Código de Agua. Ese es una institucionalidad, que si bien pone nuevas exigencias, está acordada por todos los sectores, por lo que contiene mucho contenido que ya fue estudiado, debatido y concordado, por todos los involucrados de distintas tendencias políticas'.

Escrito por: Revista El Campo El Mercurio