logotipo federación

Los administradores de Juntas de Vigilancia enfrentan con unidad, turnos de riego y respeto a las restricciones, la peor emergencia hídrica en más de 50 años

06 December 2019

Los administradores de Juntas de Vigilancia enfrentan con unidad, turnos de riego y respeto a las restricciones, la peor emergencia hídrica en más de 50 años

Nuevo

La peor emergencia en más de 50 años. Más de 11 años de sequía consecutivos. Déficits nunca visto desde la llegada de la agricultura exportadora e industrializada. Los administradores de las Junta de Vigilancia, que gestionan y distribuyen las escasas aguas de que disponen este año, reflexionan sobre la emergencia, explican cómo se han preparado, y el ánimo con que enfrentan una temporada de riego donde en promedio cuentan con menos de un tercio del caudal correspondiente a un año normal.

Información permanente, asambleas continuas, y una intensa campaña de contacto con los usuarios es una de sus recetas. Otras, más técnicas, son la adopción generalizada del sistema de turnos de riego por cuencas, que hasta ahora son gestionados con respeto a las decisiones que toman las directivas correspondientes.

Los regantes son conscientes que si no llueve desde abril, vendrán tiempos críticos para la agricultura y la economía regional, porque “la naturaleza ya está agotada”. Aquí la visión de tres administraciones de Juntas de Vigilancia en uno de los momentos más exigentes de la historia.

 

América Ibarra, administradora Junta de Vigilancia Río Claro Primera Sección

“Estamos en el momento más complicado y enero puede ser peor”

“La situación nuestra es complicada. El embalse Los Cristales tiene 5 millones 400 mil mts. cúbicos, y ahora está al 60% aprox. Tenemos que llegar a 8 millones 300 mil y tantos metros cúbicos, y estamos temiendo que no se llene”.

Antes se llenaba como el 20 de noviembre y todo diciembre el río se mantenía por el agua que recibía del vertedero, pero este año ya no vamos a tener vertedero. Esa es agua de menos que vamos a tener en la Junta, y el embalse si se llena será para principios de enero. Tampoco contamos con nieve este año.

Entregamos un comunicado mensual a los presidentes de los canales y ellos la distribuyen a los regantes. Hicimos un programa de radio y el mes pasado pasamos por las radios un mensaje explicando lo complicado que venía el año y las medidas que se debían tomar por parte de la Junta de Vigilancia.

 

 

Administración de turnos

La administración está complicada. Se están haciendo turnos en los canales, desde agosto. Para poder acumular caudal por un ramal y poder regar tranquilos con el poco  agua que hay. Está súper complicado.

Se complica la entrega. Por ejemplo, tenemos problema cuando hacen taco los bañistas, que cortan el agua en la cuesta de Chanqueahue, que es un problema que empieza ahora que llega el verano.

En caso de más necesidad, contamos con los pozos profundos, que cuando es comunitario como en el canal el Peñón, donde el agua del pozo se lleva al canal, se acumula en un tranque y después se reparte al resto de los comuneros.

La Junta tiene 20 pozos profundos y la mayoría está con turnos porque el agua es muy poca y recién ahora viene lo más complicado. Desde diciembre hasta la quincena de febrero es cuando se necesita más agua. En este sector tenemos harto frutal, viña, guinda, cerezos, duraznos, almendros, y el resto es un poco de maíz, otro de ajos. Pero lo más complicado son los frutales que necesitan agua en este período.

 

Miguel Ángel Guzmán, administrador de la Junta de Vigilancia del Río Tinguiririca

“Trabajamos previniendo la crisis”

La Junta de Vigilancia previno desde muy temprano a sus usuarios de que esta temporada sería muy seca, declarando medidas de distribución extraordinarias desde inicios de agosto, y utilizando diversos medios de difusión para alertar e informar a los regantes (correos electrónicos, wsp, avisos radiales, perifoneo aéreo, charlas, etc.), a fin de que tomaran los resguardos necesarios, como labores de limpieza y mantención en tranques, canales y acequias.

También trabajamos en la adecuación de obras hidráulicas, preparación de elemento de control y distribución, sumado al adelanto de las labores de riego, planificación y programación de siembras, entre otras medidas-.

Gracias a este esfuerzo en información, sumado al de los OOPP y medios de comunicación en general, la mayor parte de los agricultores estaban sensibilizados sobre la situación de sequía, donde el déficit ha fluctuado entre 60 y 73% menos de disponibilidad hídrica para los meses desde septiembre a noviembre.

Como Junta hemos intensificado las labores de control y distribución en las 39 bocatomas que surten nuestros 61 canales de riego, con un seguimiento y ajuste permanente a los caudales disponibles para la distribución entre los más de 6.500 regantes y 45.000 hectáreas que se riegan con sus aguas.

 

Distribución a prorrata

No hemos hecho turnos formales entre bocatomas, porque en nuestra junta esto es complicado operativamente, así que distribuimos el agua disponible estrictamente a prorrata según la dotación accionaria de cada canal.

 

Hemos recomendado a los canales que sí programen turno en su territorio, lo que ha permitido ordenar su reparto y prevenir conflictos. Debemos reconocer que en un inicio muchos regantes estaban incrédulos respecto a la condición de extrema sequía de esta temporada y la menor disponibilidad de agua, pero con el tiempo y la información entregada fueron tomando conciencia de la problemática.

Septiembre y octubre fueron muy complicados, porque el agua disponible fue muy escasa. Los caudales de esta temporada son los menores de los últimos 50 años (desde la gran sequía de 1968). Sabemos que el agua disponible en esos meses no fue suficiente para suplir completamente las demandas normales de riego. Noviembre ha sido levemente menos complejo, porque el régimen de deshielos siempre aumenta y es máximo entre este mes y enero.

Febrero crítico

Esperamos que este año los caudales vuelvan a caer hacia mediados de enero (normalmente caen a mediados de febrero), y se hagan críticos nuevamente desde febrero en adelante, hasta que comiencen las lluvias, ojalá en abril. Entonces, es muy probable que a contar de febrero el agua superficial disponible no alcance para paliar la demanda de nuestros agricultores, particularmente para frutales, vides, maíz y otros cultivos de cosecha más tardía.

 

 

Graciela Correa, administradora del estero Chimbarongo.

“Hay buen ánimo para sacar la temporada adelante pero no sabemos qué pasará en los años siguientes”

“El estero Chimbarongo ha estado con caudales de entre 4 y 6 metros cúbicos por segundo y la época normal para esas fechas es en torno a 15. Un tercio de su normal, para regar 30 mil has.

Estamos sacando agua que los regantes del Chimbarongo almacenan en invierno en el embalse de Convento Viejo que nos permite llegar a 10 mts. cúbicos por segundo y de esta manera logramos repartir 0.35 lts. por seg. por hectárea.

El agua embalsada no es suficiente, nos alcanza para llegar quizás a los primeros días de enero. Nos permite estar a dos tercios de la disponibilidad de noviembre y vamos a comprar agua en enero y febrero al embalse Convento Viejo para intentar llegar al 50 % de la disponibilidad normal de enero y febrero. No hay más agua en Convento Viejo por lo tanto no tenemos posibilidad de comprar más.

El esfuerzo supremo por repartir

Hasta ahora, los canales que no hacían turno entraron en el sistema de turnos, que han sido acordados a partir de los marcos o ramales de cada canal. Desde octubre porque esta zona es un poquito más húmeda que otras como Cachapoal. Muchos de los turnos fueron voluntarios. Los vecinos se pusieron de acuerdo rápidamente y en otros fueron las directivas las que los implementaron

Hubo bastantes reuniones y asambleas informativas en invierno con los presidentes de canales, boletines y folletos, difusión radial en todas las radios que se escuchan en estas comunas, e incluso una avioneta con perifoneo que pasó informando la situación de sequía a que nos íbamos a enfrentar. Obtuvimos que algunos agricultores redujeran su superficie de siembra, y que empezaran a implementar tempranamente los sistemas de turno.

Hay un esfuerzo supremo de los directivos, de los administradores, celadores de canales que son autoridad, ejercen de policías y este es un aspecto que hay que estar destacando permanentemente en las asambleas porque los ánimos a veces son complejos. Les recordamos que estos son cargos ad honorem, que son gente que fue elegida por ellos, con sentido común y que les deben colaboración.

Compra y subsidio

Para comprar agua se necesita hacer asambleas extraordinarias de canales, y eso ha significado que estemos analizando la situación y proponiendo opciones de compra. Nosotros iniciamos los diálogos y las asambleas hace10 años cuando se inició la sequía, así que la gente interactúan y estamos unidos.

Estamos trabajando con Indap, para que puedan subsidiar la compra de pequeños agricultores, tanto de este estero como de otros tres esteros aledaños que por estar en una cota más baja pueden acceder al agua del embalse. Somos 4 esteros y estamos todos unidos para comprar agua con subsidios para los pequeños. Estamos muy preocupados por las oscilaciones bruscas de temperatura, muy preocupados por las variaciones importantes de caudal que tiene el Tinguiririca que es un indicador para nosotros.

La conciencia colectiva

A todas estas asambleas llega mucha más gente, hay más interés, la gente entiende porque se ha preocupado de entender porque hay menos agua en el canal. La gente está más receptiva, más consciente.

Es cuestión de mirar la cordillera y verla café y no blanca. Hay ánimo de sacar la temporada adelante. Y la verdad es que no tenemos idea de qué va a pasar la próxima temporada. Nos desvela pensar en los próximos años porque estamos en el año 11 de sequía y la naturaleza no aguanta más sin agua. Hay más claridad en saber que no habrá más agua de la que hay y la solo la Madre naturaleza nos dirá hasta cuando nos acompaña”.

Escrito por: Federación