Catastro revela que glaciares de zona central se adelgazan y aceleran su retroceso
18 February 2019

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Eventos intensos de calor, como los vividos este verano con temperaturas récord, más la baja en las precipitaciones invernales, son factores que están acelerando la pérdida de masa en los glaciares de la cordillera de los Andes, advierte Gino Casassa, jefe de Glaciología y Nieves de la Dirección General de Aguas (DGA) del MOP.
El equipo de esa unidad avanza en la actualización del inventario nacional de glaciares, que estará listo en julio y permitirá conocer la evolución de estas masas de hielo frente al cambio climático.
El mapeo anterior se hizo en 2014, con datos e imágenes satelitales y aéreas de 2000 y 2002, las que ahora se comparan con otras de 2015, de similar resolución, para el nuevo catastro.
Un primer resultado de este trabajo se conoció en octubre del año pasado, cuando se reveló que, en la Patagonia -donde se concentra el mayor derretimiento de glaciares en el mundo-, Campo de Hielo Sur perdió en total 220 km {+2} en 13 años.
Por estos días, se están procesando los datos de las zonas norte y central de Chile. En esta última, se han evaluado los cambios experimentados por los glaciares entre 2000 y 2015 en la cuenca del río Maipo, en la Región Metropolitana. Y se ha constatado una disminución del área cubierta por los glaciares de valle y de montaña, retrocesos en sus frentes y mayores niveles de adelgazamiento, que los lleva luego a fragmentarse.
"Las reservas que representan los glaciares van a seguir disminuyendo; los más pequeños primero. En Perú y Ecuador, esto ya se está viendo", dice Casassa, aunque precisa que es en menor escala que en la Patagonia.
Disminución del hielo
Los datos, entre 2000 y 2015, revelan que en la cuenca del río Maipo los glaciares pierden masa: se adelgazan a razón de 1 a casi 2 metros por año. En el Olivares Gamma, la reducción de espesor anual es de 1,59 metros por año; en el Olivares Beta, 1,25 metros; y en el Olivares Alfa, 1,5 metros. El glaciar del Plomo disminuye su grosor en casi un metro por año, al igual que el Bello, mientras que el San Francisco lo hace a razón de 1,87 metros al año.
Lo mismo ocurre en la cuenca del río Tinguiririca, en la Región de O'Higgins. Allí se adelgazan en más de 2 metros por año los glaciares Cipreses SE (2,05 m), Universidad (2,5 m) y Tinguiririca (2,2 m).
A su vez, los frentes del glaciar se van retirando. En la zona del río Maipo el Olivares Alfa retrocede 47,4 metros por año; el Esmeralda, 23,3 metros, y el Plomo, 19,1 metros. En la cuenca del río Aconcagua, en tanto, el Juncal Norte lo hace en 17,9 metros al año y Juncal Sur, en 24 metros al año.
Impacto hídrico
En la cuenca del Maipo, los glaciares cubren 365 km {+2} , lo que equivale al 7,5% del área total. Es una superficie extensa, de 4.859 km {+2} , que se alimenta de nieve, lluvias y glaciares, señala Casassa.
En el llamado año normal promedio, el aporte hídrico proveniente de glaciares, medido en el sector El Manzano del río Maipo, es del orden de un 7% como promedio anual, mientras que en un año extremadamente seco, como el 2015, es de un 13%.
La tendencia indica un declive en estas masas de hielo, que ayudan a retener nieve en invierno para liberarla en la estación más seca. En esa línea, Casassa plantea que habrá que planificar cómo afrontar la escasez de agua en épocas de sequía, y pensar en construir embalses pequeños, en alimentar las napas subterráneas en los períodos en que hay más agua, e incluso evaluar trasvasijes de una cuenca a otra.
24.114
glaciares contabilizó el inventario 2014 en el país. Cubrían 23.641 km2. Ambos datos se actualizarán.
76%
de estas masas de hielo están en la Patagonia, cuya tasa de retroceso es la mayor en el mundo.