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Balance Hídrico Nacional proyecta escasez de agua de hasta 50%

26 March 2021

Balance Hídrico Nacional proyecta escasez de agua de hasta 50%

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El Balance Hídrico Nacional es el documento con que la Dirección General de Aguas evalúa la disponibilidad hídrica en el país. La última actualización de este documento se realizó en diciembre y fue realizada por expertos de la U. de Chile.

El informe anticipa la disponibilidad del agua hasta el año 2060 en el país y proyecta que para el período 2030-2060, su disponibilidad en el norte y centro de Chile podría disminuir más de 50%.

Respecto a la zona sur, el informe establece que en las cuencas de la macrozona sur y parte norte de la macrozona austral del país, se observan cambios climatológicos. En el caso de las precipitaciones anuales, éstas disminuyeron 866 mm respecto al balance hídrico anterior, mientras que la temperatura media anual aumentó 0,5°C.

Las proyecciones se hacen aún más pesimistas debido al cambio climático, pues se proyectan para algunos modelos disminuciones de hasta un 40% en la disponibilidad de agua para la macro zona sur, “siendo un tanto más alentadores las proyecciones para la parte austral donde la proyección más desfavorable es una disminución inferior al 8%. Esto producto de un incremento en la escorrentía producto del derretimiento glaciar en los campos de hielo que sirven como embalses naturales de agua dulce”, dice Miguel Lagos, hidrólogo del Departamento de Ingeniería Civil e investigador del Centro Avanzado de Tecnología para la Minería (AMTC) de la U. de Chile, y uno de los autores del informe.

Todas las cuencas analizadas proyectan una disminución de caudal medio anual (en promedio -25%, el más desfavorable, y -10% el más favorable). El cambio más significativo se da en las zonas cordilleranas.

Climatológicamente hablando, en la parte sur de la macrozona austral, se aprecian medias de precipitación en torno a 1.000 mm/año más secas en relación al período 1955-1985 y 0,4 °C más cálidas que el mismo período.

Lagos explica que las últimas lluvias, no necesariamente cambiarán este panorama. “Si bien el mes de junio del año pasado fue muy generoso en términos de precipitaciones en Chile Central, la llave ‘se cerró' nuevamente en los meses de julio y agosto, dos de los meses donde usualmente precipitan los montos que contribuyen más a las lluvias anuales”.

Por eso, dice cerramos nuevamente con un déficit y la megasequía que ya cumplió 11 años desde el 2010, y continúa su curso.

Agrega que en relación a las lluvias del verano, se traduce en que nos encontramos con un superávit de seis veces más precipitación acumulada que un año normal en la misma la fecha. “Sin embargo estos eventos al ser de naturaleza cálida, no acumulan nieve de forma significativa derritiéndose y sublimándose esta rápidamente no quedando disponible para su aprovechamiento como si lo son los eventos de invierno”.

Por ello, concluye, los eventos de mitad del año pasado ayudan bastante, pero aún así “no es suficiente para volver a la normalidad, pareciera que esta nueva normalidad climática, que anunció hace pocos días la DMC llegó para quedarse, y las proyecciones climáticas van en la misma dirección.

Para la modelación hidrológica se realizaron simulaciones en 29 de las 58 cuencas en régimen natural, evidenciando una falta generalizada en volúmenes de precipitación.

También vaticina un aumento de la temperatura entre un 1°C y 2,5°C y una reducción de hasta un 25% de las precipitaciones en la zona central, con especial crudeza en Petorca uno de los símbolos de la escasez hídrica en el país.

El caudal en una de las estaciones de medición del río que pasa por esta localidad ha bajado cerca de un 50%, desde los 2,6 m3/s promedio que se registraron en dicha estación para el período 1985-2015 a tan solo 1,3 m3/s promedio en el lapso 2001-2018.

Lagos dice que estas comparaciones sirven para entender qué tan diferentes son los promedios de una serie de observaciones (período 2001-2018) en comparación a un periodo climatológico más extenso 1985-2015. “Sirve por ejemplo para responder la pregunta ¿qué tan diferentes son los cuadales de las últimas décadas en comparación al promedio histórico?”, señala Lagos.

Petorca no es el único afectado, ya que la situación se replica en otras cuencas del norte y centro de Chile. En muchos casos, provocada por la demanda de usuarios de agua, cambios en el uso de suelo y variaciones climáticas, señalan los investigadores.

 

Escrito por: La Tercera